Eduardo Moyano ha comenzado su discurso refiri�ndose a lo que en sociolog�a se denomina �crisis de las identidades esencialistas y estructurales�, poni�ndolo en relaci�n al devenir de nuestro tiempo. �En un mundo abierto y globalizado como el actual, es cada vez m�s dif�cil encontrar identidades estables que den sentido a la vida de los individuos y les permitan sentir que pertenecen a comunidades m�s amplias�, ha comentado. Esta carencia provoca que, como reacci�n, �nos refugiemos en identidades restrictivas y excluyentes vinculadas al territorio m�s pr�ximo�.

Sin embargo, cree que hay valores como la protecci�n y conservaci�n del medio ambiente que son transversales a todos los pa�ses, desarrollados o en v�as de desarrollo. Los problemas ambientales se han transformado de t�cnicos en sociales, y diversos desastres ecol�gicos -Exxon Valdez en 1989, Chernobil en 1986 o Prestige en 2003- han tenido gran relevancia en la opini�n p�blica internacional. Y ah� es donde adquiere una relevancia capital la enc�clica del Papa Francisco �Laudato si�, publicada en mayo 2015, antes de la Cumbre del Clima de Par�s de diciembre.

Para Moyano la Iglesia Cat�lica siempre ha tenido una implicaci�n pol�tica en las enc�clicas, como demuestran textos como �Pacem in Terri� (1963) del Papa Juan XXIII, que signific� la aceptaci�n por la instituci�n de la Declaraci�n Universal de Derechos Humanos. La �Laudato si� no se dirige, por tanto, a todos los cat�licos, sino que est� �abierta al di�logo entre creyentes y no creyentes� en torno al medio ambiente.

El ponente ha definido al Papa Francisco como una persona que, m�s all� de su condici�n de jesuita, ha mostrado admiraci�n por la orden mendicante de San Francisco de As�s. De ah� que la expresi�n �Laudato si� es la que inicia el �C�ntico de las criaturas� del santo de As�s, donde se habla de la naturaleza como �nuestra hermana y madre que nos sustenta y gobierna�. Y en la que se alerta sobre el da�o que el ser humano provoca en ella.

Eduardo Moyano cree que la enc�clica aporta informaci�n �para que la conciencia ambiental se desarrolle sobre bases cient�ficas y objetivas�. Adem�s, el texto de Francisco denuncia que �los esfuerzos t�cnicos y cient�ficos� se pongan al servicio de las finanzas y el consumismo; y critica las pol�ticas p�blicas, que se muestran ineficaces con una priorizaci�n de los intereses econ�micos.

Todo ello lleva a interpretar que en nuestra �poca hay �un exceso de antropocentrismo�, en el que ser humano asume �una postura autorrreferencial, centrada en s� mismo y en su poder�. Seg�n est� l�gica se desarrollan problemas como �la explotaci�n, infantil, el abandono de los ancianos, reducir a otros a la esclavitud, sobrevalorar las capacidades del mercado para autorregularse, prticar la trata de seres humanos��.

La enc�clica revela una cr�tica severa del Papa sobre las cumbres internacionales, donde �no se alcanzan acuerdos globales, significativos y eficaces�. Y plantea la necesidad de �nuevos sistemas de gobernanza global�, ya que �la protecci�n ambiental no puede asegurar solo en base al c�lculo financiero de costes y beneficios�. Por ello, el texto apuesta �por impulsar cambios en los h�bitos y comportamientos cotidianos�.

El curso �De la identidad de Europa a la Europa de las identidades. �Regreso al pasado?� contin�a el pr�ximo 16 de enero con la sesi�n �El cine y los pliegues de la memoria europea (3). Totalitarismos: �La vida de los otros� de Donnersmarck�, en la que participar�n los profesores Mar�a Dolores Mu�oz Duelas, Celia Fern�ndez Prieto y Pedro Poyato.

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